Trucos para mantener a raya el calor en tu coche

Con la llegada de verano llega también, irremediablemente, la del calor. Un clima que afecta especialmente a nuestros coches. Según estudios, trabajando con altas temperaturas, los vehículos sufren hasta un 15 % más de averías. De hecho, se estima que más de un millón de coches van a acabar en el taller este verano debido a causas relacionadas con el calor.

Y si afecta a las mecánicas de nuestros vehículos, también lo hace con nosotros, los conductores. Conducir a más de 30 grados supone perder un 20 por ciento de la atención y reflejos necesarios al volante.

Para evitarlo, te traemos varios consejos para que puedas saber cómo enfriar el coche rápido y cuidar la mecánica de tu vehículo incluso con las más altas temperaturas.

Crea corrientes de aire para enfriar el coche rápidamente

No hemos logrado encontrar aparcamiento a la sombra y nos hemos visto obligados a dejar el coche a pleno sol. Por desgracia, haberlo hecho es sinónimo de entrar en una sauna cuando queremos volver a nuestro coche en verano.

Lo primero que hay que hacer es sacar el aire caliente de dentro. Hay varios trucos que nos van a ayudar a hacerlo. Por ejemplo, con las dos puertas de conductor y acompañante abiertas, podemos abrir y cerrar suavemente una de ellas para crear corriente y eliminar el calor.

Otra solución menos drástica es bajar las ventanillas durante los primeros minutos de la marcha para que el movimiento renueve el aire del vehículo.

Si tienes la suerte de tener techo solar, abrirlo hará que la temperatura baje de golpe. Como seguro sabes, el aire caliente tiende a subir y el techo solar es una chimenea perfecta para dejarlo escapar.

Vigila las presiones

Si llevar las presiones de los neumáticos indicadas por las diferentes marcas es clave, en verano lo es aún más. El motivo es que las gomas alcanzarán una temperatura mayor, se degradarán más rápido y la banda de rodadura sufrirá también más, aumentando las posibilidades de sufrir un reventón.

Hidrátate

Estar correctamente hidratado hace que el mecanismo natural de autorregulación térmica de nuestro cuerpo funcione correctamente. Llevar una botella de agua fresca en cada viaje es sinónimo de, primero salud y después seguridad.

Vigila el reloj de la temperatura del motor

Aunque es obvio decirlo, en verano tenemos que estar aún más atentos a la temperatura del motor. Sobre todo si nos enfrentamos a una pendiente prolongada o a un tramo donde exijamos algo más a nuestra mecánica. Un calentón repentino puede tener consecuencias trágicas para nuestro coche. Si la aguja entra en el rojo, es mejor parar y esperar.

Mantén el aire acondicionado en buena forma

Utilizar el aire acondicionado durante todo el año, incluso en invierno, prevendrá futuros problemas a sufrir en verano. Que el gas circule por los conductos de manera periódica disminuirá el riesgo de fuga y mantendrá también el compresor en buen estado.

También ayuda no ser brusco con el funcionamiento de este elemento. Evitar ponerlo al máximo o encenderlo después de un rato circulando son dos buenas prácticas que ayudarán a alargar su vida.

Ojo con el filtro del habitáculo

El filtro del aire del habitáculo es uno de los elementos cruciales en el buen funcionamiento del sistema de climatización. Si está en mal estado o, directamente, atascado por las impurezas, no saldrá nada o prácticamente nada de aire fresco por los conductos de ventilación de nuestro coche. Cambiarlo una vez al año o según el kilometraje indicado por el fabricante nos evitará problemas

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