Claves para una postura de conducción correcta
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¿Te has preguntado alguna vez si la postura en la que conduces es la correcta? Al realizar un recorrido largo es imprescindible regular el asiento correctamente para tener la mejor posición por seguridad y comodidad.
De poco sirve tener el coche más seguro y con las mejores prestaciones si no nos sentamos correctamente. La posición es imprescindible para la seguridad porque estaremos cómodos, llegaremos a todos los mandos y podremos reaccionar ante cualquier imprevisto con la mayor capacidad de reacción.
Cómo ajustar el asiento
Cada marca, cada modelo y cada configuración ofrecen diferentes reglajes para para lograr la mejor postura de conducción. Pero en todos existen unos ajustes mínimos que deberemos tener en cuenta antes de iniciar cada viaje en coche.
¿Sabías que antes de iniciar la marcha tienes que ajustar la distancia del asiento, su altura, la inclinación del respaldo, el reposacabezas y el volante? A continuación, te explicamos cómo hacerlo.
Altura del asiento
Cuando nos sentemos en el coche lo primero que debemos tener en cuenta es la altura del asiento. ¿Hasta dónde? La clave está en que la altura de nuestros ojos esté alineada a la mitad del parabrisas para obtener el mayor ángulo de visión.
Parece obvio, pero deberemos evitar que los muslos queden demasiado cerca del volante, puede complicar el movimiento fluido de nuestras manos con el volante.
Inclinación del respaldo
La regulación del respaldo es muy sencilla. Toda, o casi toda, nuestra espalda debe estar en contacto con el respaldo, por lo que una inclinación óptima se encuentra entre los 95 y los 105 grados.
Cuando iniciemos la marcha sentiremos que, desde la zona lumbar hasta la altura de los hombros, descansamos sobre el asiento.
Ir con el asiento demasiado reclinado puede parecer más relajado… pero en el coche hay que ir cómodo, no relajado.
Distancia a los pedales
Otro punto crítico es la distancia a los pedales. ¿Dónde tenemos la referencia para regular el asiento correctamente respecto a los pedales? En el embrague.
El secreto está en que al presionar el embrague a fondo la pierna izquierda debe quedar ligeramente flexionada, no estirada.
Muchos coches de hoy en día son automáticos, no importa, si no existiera embrague pisaríamos como si lo tuviese.
Además, como referencia, si tenemos la espalda y los hombros apoyados en el respaldo del asiento, nuestras muñecas deben llegar a apoyarse sobre la parte superior del volante.
E igual o más importante que el asiento es el reposacabezas. Este elemento no está pensado para la comodidad, sino para la seguridad. Su regulación es muy sencilla, la parte superior del reposacabezas debe estar por encima de los párpados y tan cerca de la cabeza como sea posible. Un reposacabezas a más de 7 cm aumenta el riesgo de un latigazo cervical.
Altura del volante
El ajuste del volante va directamente relacionado con el ajuste del asiento. Todos los coches llevan ajuste en la altura, pero no todos incluyen el ajuste en profundidad, algo muy recomendable para conseguir una posición de conducción óptima.
La regulación en profundidad permite ajustar el volante en función de la inclinación del respaldo para que la distancia de las manos al volante siempre sea la óptima.
Para ajusta la altura, presionamos la palanca ubicada en la columna de la dirección, desbloqueamos el volante y ya podemos proceder al ajuste. Esta regulación dependerá de nuestra altura, de lo alto o bajo que llevemos el asiento y la inclinación del respaldo.
En este caso es importante comprobar si extendiendo nuestros brazos las muñecas pueden apoyarse sobre la parte superior del volante. También habrá que cerciorarse de que, sin necesidad de mover la cabeza, tenemos una buena visualización del cuadro de instrumentos y de la carretera.
Espejos retrovisores
Los retrovisores son unos de los elementos más olvidados del coche, así como los intermitentes. Tener los espejos bien regulados puede marcar la diferencia entre ver que llevamos detrás un coche o prácticamente a nuestro lado o no, lo que se traduce en cambiarnos de carril pensando que no hay nadie y encontrarnos con un toque lateral.
Lo primero es ajustar el retrovisor interior. Siempre con el vehículo parado adoptaremos la postura de conducción y lo ajustaremos de tal forma que seamos capaces de ver la luneta trasera al completo. Muy sencillo.
El siguiente paso será regular los retrovisores exteriores. Al igual que hemos hecho para el retrovisor interior, nos colocamos en la postura de conducción y empezamos con el reglaje. Es imprescindible que realicemos esta acción en un sitio llano para evitar que queden orientados hacia arriba o hacia abajo.
Tanto para el retrovisor izquierdo como el derecho, la mejor regulación es aquella que permite ver mínimamente la carrocería. Podemos tener como referencia las manillas traseras de las puertas. Casi siempre es el elemento que más sobresale del lateral a esa altura.
Teniendo visibilidad únicamente de estas manillas, sin necesidad de ver más de nuestro coceh, y quedando cerca de la zona media en la altura del retrovisor, podemos garantizar una buena visión trasera.
Cinturón de seguridad
Para ajustarlo deberemos tenerlo abrochado. El reglaje perfecto es cuando la parte superior pasa por nuestra clavícula, entre el final del hombro y comienzo de nuestro cuello. En imprescindible que no nos roce el lateral del cuello, ya que puede ser contraproducente en caso de accidente. Si, por el contrario, se encuentra muy cercano al final del hombro, podría deslizarse hacia abajo por el brazo y no realizar su función correctamente.